dic 2013

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jueves, 27 de marzo de 2014

Personas

Personas preparadas es lo que necesitamos en nuestro fútbol sala para que sean los encargados de arbitrar. Preparadas y con la capacidad y la predisposición de querer mejorar. Además, con la humildad de saber que, aunque su papel en los partidos es el de hacer respetar el reglamento, eso no significa que sean ni más importante (ni menos) que ninguno de los que estamos allí.
En un partido el protagonismo se reparte entre los jugadores, que aglutinan el porcentaje más alto de importancia, los entrenadores y cuerpos técnicos, árbitros, y el público (si, con suerte, lo hay). El problema llega cuando alguien quiere más protagonismo del que tiene, o no entiende que su rol es uno y no el que él quiera.

El sábado pasado mi equipo llega 3º clasificado a la jornada, anecdótico tal vez a 9 jornadas para el final, pero importante de saber para los que vamos a ser partícipes del encuentro. Recibimos en casa al 2º.
El partido fue precioso, con la intensidad más alta que yo he visto en 3ª división en unos cuantos años. No demasiadas ocasiones, pocos goles, mucha tensión...pero creo que bastante limpio. Fútbol sala en estado puro (y lo digo así aunque mi equipo fuera detrás en el marcador).
En el minuto 31 aproximadamente, con 0-3 para mi rival, salimos con portero-jugador.
En el minuto 33, en el 2º o 3º ataque, recortamos distancias (1-3). El jugador que hace el gol, le reclama al árbitro que le acumule la falta que según él ha recibido pese a hacer gol ("Ahora me la acumulas, eh!). Por esa expresión, le saca 2ª tarjeta amarilla y lo echa fuera. El partido en ese momento se acaba.
Yo le protesto: "Te vas a cargar el partido!?" y se acerca a mi para decirme, sin previa amonestación, que estoy expulsado.
Creo que es una de las situaciones más insultantes que he vivido desde que soy entrenador. En mi casa, en mi pabellón, con las familias que me ven cada fin de semana, los niños, los papas, mi propia familia... y soy expulsado porque esa "persona" entiende  (tal y como me reconoce al final del partido) que decirle eso es como cagarme en su puta madre (con perdón por la expresión).
Al final del partido voy a su vestuario a hablar, nervioso y alterado ante la situación, obviamente, pero lo hago allí porque él me pide no hablar en pista delante de toda la gente que minutos antes me ha visto salir de ella por algo que nadie entiende.
En el vestuario me atiende a regañadientes, medio desnudo y por petición de su compañero, que entendió que hablar y darme su versión o una explicación era lo más justo y/o correcto.
Lo hizo a su manera, con ese criterio de sentirse un ser inferior que expulsando a mi jugador y a mi después, pasaba a subir un escalón en la escala social.
El colmo? No hicieron acta porque la batería del portátil estaba agotada. Os aseguro que en nuestro pabellón, CEM Moreres de Esplugues de Llobregat, con poco más de un año de vida, hay enchufes y hasta luz.
Lo grave, y por lo que espero que internamente sean sancionados, es que tampoco hicieron acta en papel, como el reglamento parece ser que obliga, y firmada por ambos delegados.
Se fue "el genio" pidiéndonos una prueba de fe, diciéndonos qué iba a poner y que confiáramos en que literalmente así lo haría.
Sorpresa la mía cuando leo el acta y pone que le he dicho "Te vas a cargar el partido, con esa cara!?".
Eso ya me ha hecho ver que encima de no tener el nivel para arbitrar en Tercera División Nacional (porque no tiene criterio, ni temple, ni sabe gestionar emociones, ni entender que los jugadores y cuerpos técnicos viven el partido de una manera y ellos de otra, que nunca se pueden comparar con nosotros porque no llevan una semana esperando esa hora y media, porque no necesita de prepotencia para ser un buen árbitro), no es buena persona, porque nos mintió mientras salíamos con él de la instalación tranquilamente hablando.
Con esto no quiero expresar una crítica generalizada contra el estamento arbitral. Que el nivel es el que es, lo sabemos todos, los responsables del Comité de árbitros los primeros. Lo triste son situaciones así, en las que se juega con la ilusión de la gente. O piensan que con treinta y tantos años no se puede tener ilusión por este deporte? o piensan que los jugadores que entrenan 2 veces por semana a las 10 de la noche tras venir, en el mejor de los casos, de estudiar o trabajar, no tienen ilusión por esa hora y media del sábado? O piensan que la gente que se acerca al pabellón con sus hijos, o niños de la base, o miembros de la Junta Directiva que se dejan su tiempo, energías y a veces su dinero, no tienen ilusión por esto?
Con esto muestro mi total decepción, mi rechazo al funcionamiento de esta parte de la competición.
Tengo 2 partidos de sanción por algo que no he hecho, por un criterio subjetivo. Pero lo peor es que he sentido unas ganas de dejar de entrenar y sufrir (porque sufrimos, y mucho, sobretodo aquéllos que nos dejamos gran parte de nosotros en este hobby/profesión), que por suerte se desvanecen cuando vuelvo a entrenar a mi equipo o a los chicos de la base del club.
Desde aquí disculparme ante toda la gente de mi club y mi familia que estaban el sábado en el pabellón. No sé exactamente porqué, pero sea como sea, siento que me vieseis salir del partido antes de tiempo.
A ti, señor colegiado, un saludo. Espero que seas capaz de mejorar, como entrenadores como yo intentamos yendo a clínics, ponencias, cursos...
Y a mi equipo, a seguir, porque lo del sábado sólo se puede considerar un accidente, aunque después de mi jugador y yo, también acabaran fuera (éstos ya sí que con razón, tras perder los nervios por lo vivido), otro jugador y el fisio.
Jacob Bustamante
PD: Gracias por los mensajes, compañeros, amigos y árbitros...

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